Cantos rodados bisecados con interiores de bronce estirados de Romain Langlois
Siendo un escultor autodidacta, el frances Romain Langlois estudió libros de medicina y mapas anatómicos para entender el cuerpo humano, construyendo sus primeras esculturas utilizando sólo yeso y arcilla. Buscando un material más permanente, Langlois giro al bronce, un metal que incorpora ahora en obras que se inspiran en la naturaleza antes que al hombre. Sus piezas visualmente tiran aparte a los objetos naturales que rodean a las obras construidas que aparecen como rocas divididos en dos, cantos rodados, y troncos de árboles. Estas esculturas exhiben el reluciente bronce que sobresale de sus interiores, liberando la energía interna percibida de cada objeto.
[Romain Langlois]
