Este niño mecánico de 240 años de antiguedad es un antepasado de la computadora moderna
Diseñado a finales de la década de 1770 este increíble pequeño robot llamado simplemente El Escritor, fue diseñado y construido por el fabricante de relojes de origen suizo Pierre Jaquet-Droz .En el exterior del dispositivo es engañosamente simple. Un pequeño niño, descalzo encaramado en un escritorio de madera que sostiene una pluma. Pero por dentro es una maravilla de ingeniería: 6000 componentes trabajan en conjunto para crear una máquina de escribir totalmente autónoma y programable.
Puede escribir tanto en francés como en inglés, e incluso realizar algunos dibujos rudimentarios. Posee un mecanismo interno basado en la estructura de una rueda integrada que selecciona los caracteres de forma secuencial, permitiéndole "escribir" brevísimos textos de unas treinta o cuarenta palabras.
Entre otras habilidades, el Escritor puede encarnar algunos movimientos propios de su tarea, como mojar la pluma en el tintero y escurrir el sobrante para no manchar el pergamino; hasta es capaz de alzar la pluma a la altura de la cabeza imitando el gesto de un escritor que piensa antes de escribir.
De más está decir que el autómata escritor de Pierre Jaquet-Droz causó una fuerte conmoción. Muchos pensaron en el apocalipsis de la literatura humana, relegada en un futuro a máquinas capaces de componer obras completas sin la asistencia de la imaginación tal como la concebimos.
Nota: traducir subtitulos al español.
Imagen: Rama/Wikipedia
Pierre Jaquet-Droz fue uno de los fabricantes de relojes con más talento del mundo. El Escritor es considerado como su obra maestra.