Monjes tibetanos laboriosamente crean increíbles mandalas usando millones de granos de arena
Para promover la curación y la paz mundial, un grupo de monjes budistas tibetanos, del Monasterio de Drepung Loseling en la India, viaja por el mundo creando increíbles mandalas utilizando millones de granos de arena. Durante días o incluso semanas, los monjes pasan hasta ocho horas al día trabajando en una pintura de arena mandala, vertiendo granos multicolores de arena sobre una plataforma compartida hasta que se convierte en una espectacular obra de arte.
Cada obra comienza como un dibujo, el contorno de la mandala. Entonces, arena de color se vierte de embudos metálicos tradicionales llamados Chak-purs. Cada monje tiene un chak-pur en una mano, mientras desplazan una barra de metal sobre su superficie; la vibración hace que las arenas fluyan como un líquido. Es casi como si ellos estuvieran pintando realmente.
Un mandala pintada de arena sirve como un símbolo espiritual. Poco después de que se realiza, se deconstruye. La destrucción sirve como una metáfora de la impermanencia de la vida.
Ver también: Hermosas Flores Mandalas por Kathy Klein
Fuente: The Mystical Arts website
